Europa saldrá con menos empuje de la crisis infligida por el coronavirus. Ha inyectado menos estímulos que Estados Unidos, depende más de las exportaciones, tiene menos espacio para fomentar la demanda con una población envejecida, y ha presentado una respuesta política y fiscal menos intensa y más fragmentada por países.
El número de empresas vascas inscritas en la Seguridad Social sufrió en marzo una caída "sin precedentes", al computarse 1.768 empresas menos que en febrero, lo que deja el número de compañías activas en Euskadi en 57.125, según el último informe sobre evolución del número de empresas en el País Vasco correspondiente al mes de marzo, elaborado por Confebask.
Cada vez son más las voces que alertan del hundimiento que sufrirá la economía española ante el impacto económico del coronavirus. El presidente de BBVA, Carlos Torres, avanzó ayer que las previsiones del banco son que la economía española caerá entre un 12% y un 13% en el segundo trimestre del año ante el parón de actividad de las últimas semanas. Además, la entidad estima que la crisis puede hacer perder más de un 8% del PIB en el conjunto del año.
Entre hoy y mañana (en algunas comunidades autónomas hoy es festivo) se incorporarán a su empleo varios millones de trabajadores del sector de la industria, la construcción o la vigilancia, que llevaban quince días paralizados por el decreto que ordenó la hibernación de todas las actividades económicas que no fueran esenciales.
Hay dos factores que condicionan básicamente el margen que tiene una región para hacer frente a una crisis: el grado en que es asimétrica y el grado de competencias de la región para desarrollar políticas. Si la crisis es asimétrica, resulta lógico pensar que en cada lugar deberán adoptarse medidas diferentes y que, por lo tanto, hay más margen para las políticas locales. Igualmente, en los países descentralizados, los gobiernos locales y regionales disponen de más competencias y tienen más que decir en las políticas que se ponen en marcha.
El economista Emilio Ontiveros analizó –dentro del ciclo Reflexiones en mitad de la crisis, en el que conectamos en directo con miembros del Consejo Editorial de Ethic y otros expertos– el impacto económico de la emergencia sanitaria , así como las soluciones que están poniendo en marcha el Gobierno de España y la Unión Europea para hacer frente a esta crisis.
La pandemia del Covid-19 pondrá en serio peligro a parte del tejido empresarial vasco, si bien Euskadi encara los inciertos tiempos que vienen en una mejor situación que otras comunidades autónomas de España por su «mayor resiliencia» ante crisis económico-financieras y cambios estructurales.
España pierde empleo y tejido empresarial a un ritmo desconocido. Y lo hace a la misma velocidad con la que se propaga el coronavirus, como un rayo. Marzo pasará a la historia como un mes negro para la afiliación. En menos de quince días la crisis sanitaria erosionó el mercado de trabajo y ha dejado abierta una herida cuya profundidad hoy nadie sabe aventurar cuál será.
Este documento presenta los resultados del proceso de reflexión y análisis que Orkestra, como centro de investigación enfocado en la competitividad territorial sostenible, puso en marcha al estallar la crisis del COVID-19. El objetivo es que el análisis de los principales impactos y respuestas socioeconómicas en el contexto específico de la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV) contribuya a la toma de decisiones de los decisores públicos.
Nadie sabe cuánto tiempo durará el confinamiento, pero, a medida que avanzan los estragos del coronavirus en términos de salud pública, ya no hay ninguna duda de que sus efectos, en el plano económico, serán devastadores.