La producción industrial de la economía estadounidense registró en abril un fuerte descenso del 11,2%, la mayor caída en los 101 años de historia del índice, como consecuencia de la crisis del coronavirus, según publica la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
El organismo estadounidense señala que la pandemia del Covid-19 llevó el mes pasado de abril a muchas fábricas del país a ralentizar o suspender sus operaciones, lo que provocó que se acelerará la caída de la producción industrial.
El producto interior bruto (PIB) de la eurozona registró en el primer trimestre de 2020 un descenso del 3,8% respecto de los tres meses anteriores, cuando había crecido un 0,1%, lo que representa la mayor contracción trimestral de la actividad de la eurozona en toda la serie histórica debido al impacto de la crisis del Covid-19, según la segunda estimación publicada por Eurostat.
Los ejecutivos españoles esperan una crisis más feroz que la que apuntan los organismos internacionales y casas de análisis para nuestro país. Según un estudio realizado entre marzo y abril por Villafañe y asociados entre más de cien consejeros delegados españoles e iberoamericanos, en torno al 27% de los ejecutivos nacionales cree que el PIB tardará entre tres y cuatro años en recuperar su nivel precrisis, un porcentaje más negativo que en Iberoamérica, donde solo espera esta situación algo más del 20% de los consultados.
Gipuzkoa está sufriendo una situación de excepcionalidad sanitaria, social y económica provocada por la pandemia del coronavirus Covid-19. Las medidas administrativas y sanitarias adoptadas por las autoridades han conducido a la práctica paralización de la actividad económica, poniendo a prueba la capacidad de Resiliencia de nuestras empresas.
La crisis del coronavirus está arrasando el tejido productivo. El cierre de la oferta y el hundimiento de la demanda están provocando la asfixia de muchas empresas, que se han visto obligadas a despedir a todos sus trabajadores y echar el cierre. En concreto, en los dos últimos meses, se han dado de baja 133.757 empresas del registro de códigos de cuenta de cotización de la Seguridad Social.
La crisis de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la relevancia del mantenimiento de las “industrias estratégicas” en el territorio. Todos vemos ahora la importancia de disponer de cadenas de valor locales en dispositivos médicos, textiles avanzados, biotecnología o impresión 3D. Hasta el momento, ha imperado la máxima de que “la mejor política industrial es la que no existe”; hemos pensado que lo mejor que se podía hacer era no interferir de ninguna manera en los mercados.
Todo motor moderno que se precie es capaz de ganar en eficiencia energética con tecnología de Start/Stop. Pero inevitablemente, cuando se trata de re-arrancarlo y de que eche de nuevo a rodar con brío, es necesaria una chispa de ignición que permita al motor volver a imprimir fuerza a la correa de distribución.
El sector manufacturero español experimentó un deterioro considerable de las condiciones operativas en abril por la pandemia y las medidas encaminadas a contener su propagación afectaron la demanda y la actividad, situación similar en el resto de la zona euro.
Las caídas en abril han sido nunca vistas tanto en producción, nuevos pedidos, comercio de exportación y compras, señala el Índice de Gerentes de Compras (PMI, en sus siglas inglesas) que publica hoy IHS Markit, el principal indicador de la economía privada y precursor de la marcha del PIB.
Las consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus agravan la situación a medida que transcurren las semanas, a pesar de las medidas de estímulo económico emprendidas. Una encuesta realizada por la Cámara de Gipuzkoa entre el tejido empresarial del territorio dibujó ayer un medio plazo sombrío, al concluir entre otras cuestiones que casi la mitad de los negocios, un 45%, prevé que tendrá que reducir su plantilla.