Se solía decir que cuando Estados Unidos se resfriaba, América Latina le daba la influenza completa. Hoy en día, China ha sustituido al país norteamericano como el principal motor de la suerte (o desgracia) económica de gran parte de la región. Cuando China estornuda, América del Sur tiene fiebre.
La caída global de los precios de las materias primas como consecuencia de la desaceleración china ha golpeado a América Latina más que a ninguna otra región, causando una contracción de casi 1% en la producción económica el año pasado, según el Banco Mundial. Este año no se ve mucho mejor, con proyecciones de crecimiento nulo para toda la región.