El Gobierno acaba con la intervención de la ciencia española por Hacienda.

El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes un paquete de medidas urgentes para eliminar algunas de las trabas burocráticas que lastran a la ciencia española desde 2014, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy impuso un nuevo régimen fiscal de intervención previa que supuso el aterrizaje de un interventor de Hacienda en cada organismo público de investigación.

En los últimos diez años el gasto total en I+D en España no ha avanzado.

En España, el gasto total en I+D no ha avanzado en una década. En 2017 se ha llegado a tan solo un 1,2% sobre el PIB, según un informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE).

A nivel europeo, el gasto total en I+D ha aumentado en 21 países miembros de la UE-28 durante el periodo de 2007 a 2017 en línea con el incremento registrado por el promedio europeo.

España sufre un déficit tecnológico de 21.078 millones de euros.

El profesor del departamento de Operaciones, Innovación y Data Sciences de Esade Xavier Ferràs ha señalado que el déficit tecnológico de España asciende a 21.708 millones de euros y ha advertido que España tardaría 180 años en alcanzar al objetivo de invertir el 3% del PIB en I+D que establece la Estrategia 2020 de la Comisión Europea al ritmo actual de crecimiento.

Científicos y altos ejecutivos piden más inversión en investigación en Europa.

Más de 60 líderes científicos y empresariales se han aliado para pedir a los dirigentes europeos que aumenten el presupuesto en investigación e innovación. En una carta difundida hoy, y dirigida a los jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea, los firmantes reclaman “un mínimo” de 120.000 millones de euros dedicados a I+D+i para el próximo ciclo presupuestario que prepararán los Veintisiete.

La I+D no logra integrarse en la actividad.

La asignatura pendiente del tejido empresarial vasco continúa siendo la inversión en I+D, según se desprende del informe presentado ayer por el departamento de estudios de Laboral Kutxa.

Consultadas por esta cuestión, la gran mayoría de las firmas reconoció destinar entre nada y un 1% de sus ingresos a actividades relacionadas con la innovación. En concreto, el 74,8% de ellas distribuidas entre un 47,6% del conjunto que a lo largo del último año no ha invertido en investigación y desarrollo y un 27,2% que ha destinado un 1% o menos.

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