El futuro es de los coches eléctricos (o al menos eso se dice), pero la verdad es que en el presente las cosas no terminan de irles muy bien. Poco a poco crecen en el mercado, pero salvo en algunos países, su peso relativo en el mix de ventas es pequeño. Además, de tanto en tanto aparece un estudio que no les deja en muy buen lugar.
El coche eléctrico sigue sin despegar en la lista de ventas. Por ejemplo, en España, durante el primer cuatrimestre de este año, se despacharon en los concesionarios 8.124 modelos eléctricos a particulares. Por su parte, en el mismo periodo de tiempo, las ventas de coches que usan la gasolina como combustible han ascendido a 137.190 unidades, mientras que los que emplean diésel en sus depósitos se han quedado en 33.304 unidades.
La industria de la automoción es esencial para la economía europea y también para la vasca. Según los datos del Cluster Vasco de Automoción, el sector facturó el pasado año 25.023 millones de euros el año anterior, un 11,5% más que en el ejercicio anterior. Por eso cualquier acontecimiento que trastoque su evolución es especialmente sensible. Y una amenaza que está emergiendo con mucha fuerza en los últimos tiempos es la que representan los automóviles eléctricos chinos, más baratos tanto a la hora de producirlos como de venderlos.
La nueva pesadilla de Congo es de color azul. El cobalto, un metal azulón utilizado en las baterías de litio recargables, ha cambiado la vida de nuestros aparatos tecnológicos: gracias a él, nuestros móviles, ordenadores o coches eléctricos se cargan antes, funcionan durante más tiempo y se calientan menos. La contrapartida es un infierno para miles de personas en Congo. En Cobalto Rojo (Ed.
El sector del automóvil se encuentra en plena transformación hacia el coche eléctrico, un salto que está siendo complejo en todos los aspectos, desde la parte industrial a las enormes dudas que todavía genera entre los usuarios.
La industria del automóvil en España sigue recuperando el paso tras las importantes caídas de producción registradas a raíz de la pandemia. Pero poco a poco, los niveles productivos se van acercando a los registros pre crisis, y el primer mes de año ha supuesto una casi completa recuperación.
A pesar de los anuncios grandilocuentes que se han realizado en los últimos años, el final de los motores de combustión no está tan cerca como se quiere dar a entender desde distintas autoridades y hay marcas que vuelven a invertir en motores de gasolina y diésel ante la lentitud del coche eléctrico.
Las estadísticas de matriculaciones de vehículos en España pierden brillo conforme se aproximan al coche eléctrico. El mercado creció en su conjunto casi un 17% a lo largo del 2023 y se aproximó de nuevo al millón de unidades, pero las ventas de turismos eléctricos dejan mucho que desear, sobre todo cuando se las compara con el resto de Europa y con los objetivos del Gobierno: apenas llegan al 6% y, sumados los híbridos enchufables, el porcentaje no alcanza el 12%.
Te pintaron pajaritos en el aire. El optimismo en las promesas de autonomía que homologan los fabricantes puede llevar a algún que otro susto cuando hablamos de coches eléctricos.