El sector del automóvil no pasa por su mejor momento en España. El cierre de 2022 ha confirmado lo que ya temíamos: una nueva bajada en las matriculaciones. Concretamente han sido 813.396 los coches matriculados en nuestro país el pasado año, por los 859.477 vehículos de 2021, un 5,4% menos, después de un diciembre para olvidar, con una caída del 14,1%.
La ola de calor de 70 días sin precedentes a nivel mundial continúa azotando el sur de China. Con la temperatura más alta registrada de hasta 113° F (45° C), las sequías severas y la escasez en el suministro de energía hidroeléctrica están causando estragos en la vida de los ciudadanos. Entre ellos, los propietarios de vehículos eléctricos quienes sufren particularmente por el calor. Esto se debe a que los puestos de carga públicos están temporalmente cerrados o restringidos y muchos conductores no tienen un puesto de carga privado.
Los bomberos del Estado de Florida, en Estados Unidos, no dan abasto para apagar las decenas de coches eléctricos que han comenzado a arder por sí solos.
Francia abre la puerta a limitar la carga de coches eléctricos durante el próximo invierno con el objetivo de reducir el consumo energético. Una medida que, de entrar en vigor, afectará a los momentos del día en los que la red eléctrica se ve sometida a un mayor estrés por el incremento de la demanda de energía.
La industria del automóvil se ha enfrentado a numerosos retos a lo largo de sus más de 100 años de historia. El sector es uno de los que más dinero invierte en el delicado y esencial proceso de I+D.
La carrera mundial por la producción de vehículos eléctricos está arrojando, al menos a día de hoy, un resultado muy desigual. Si bien los fabricantes europeos están acelerando su reconversión del coche de combustión al eléctrico (por poner un par de ejemplos, Daimler anunció recientemente un plan de 60.000 millones de euros para electrificar Mercedes-Benz, y el grupo Volkswagen proyecta una inversión de 89.000 millones orientada a impulsar la electromovilidad), actualmente las marcas chinas dominan con claridad el mercado del vehículo eléctrico.
Para cumplir los objetivos del cambio climático y la neutralidad en carbono en 2050 es fundamental reducir las emisiones del transporte que suponen hasta un 30% de los gases nocivos que se emiten a la atmósfera.
Para lograrlo no sólo se necesita que los distintos medios de movilidad sean o tiendan hacia las cero emisiones sino que todos los procesos de su desarrollo, producción y ecosistema que les rodea sea medioambientalmente sostenible.