España tiene por delante una misión complicada. El reto más importante de su historia reciente. Es el segundo país más beneficiado por los fondos que va a poner Europa sobre la mesa para la reconstrucción de la crisis provocada por la pandemia y la transformación de su economía en los próximos seis años. Un paquete de ayudas de 200.000 millones de euros que podría rondar el 3% del PIB anual, donde se integran 140.000 millones del fondo Next Generation EU, el más potente.
En medio de unas previsiones desoladoras y sufriendo la segunda ola de la pandemia, España se aferra al salvavidas que la UE ha lanzado a los países más afectados por el tsunami del coronavirus. Urge poner las bases para salir cuanto antes de la crisis.
España presentará el borrador de su plan de recuperación, al que las empresas presentan sus propuestas. De los más de 1.000 proyectos que podrían beneficiarse de los fondos europeos, 79 están en España y necesitarán 24.400 millones de financiación.
El pasado mes de julio, el Consejo Europeo aprobó el programa de recuperación Next Generation EU (NGEU).
Es un acuerdo histórico en varios sentidos. Por el volumen de dinero movilizado, por la forma de obtener el dinero, por cómo se establece el reparto de fondos, entre países y por sectores, y por la urgencia en la ejecución.
Endesa se prepara para aprovechar al máximo las capacidades financieras que la Comisión Europea ha puesto a disposición de los Estados dentro del llamado Plan de recuperación. La compañía que dirige José Bogas ha presentado ya al Gobierno un total de 110 proyectos para poder optimizar la llegada de ese dinero a España.