Los tres primeros meses del Brexit de carne y hueso, una vez concluido el 31 de diciembre el periodo de transición, han sido un reguero de sorpresas desagradables, anécdotas desafortunadas y, sobre todo, el anuncio de un tiempo de incertidumbre.
“Si enviamos un paquete pequeño a la UE, hay un gran coste extra en administración y envíos desde el distribuidor, y luego es el cliente final el que tendrá que pagar cientos de euros en impuestos cuando les lleguen los productos. Eso significa que no podríamos competir con pequeñas empresas de la Unión Europea. Teníamos que abrir en la UE, o rendirnos”, explica Lynne, propietaria de una empresa que diseña, fabrica y vende mamparas y vallas decorativas.
El pasado 31 de diciembre, concluyó el periodo de transición para la salida de Reino Unido de la Unión Europea, poniendo punto final a más de 4 años de negociaciones para el divorcio británico. Sin embargo, el nuevo año no ha supuesto el punto final a los problemas derivados del Brexit, sino que está sirviendo para descubrir las consecuencias reales de este proceso en el comercio bilateral.
Las mudanzas de la industria financiera por el 'brexit' siguen a la orden del día. Desde que se produjo el referéndum del 'brexit' hasta ahora, un 43% de las empresas del sector financiero han considerado el traslado de operaciones o personal a otros países de Europa, según señala el análisis de EY Financial Services Brexit Tracker publicado este martes.
Tras incontables retrasos, cantos de sirena, huidas hacia adelante, y órdagos que estaban abocados al fracaso más estrepitoso por mucho que los británicos los echasen con cara de mus, la hora de la verdad del Brexit ha llegado finalmente a nuestras pantallas (y a las vidas de los británicos).
El Reino Unido suministra a la Unión Europea servicios financieros por valor de 40.000 millones de euros al año, y el sector constituye casi un 7% del PIB británico. Pero a pesar de ello –o quizás debido precisamente a ello–, ni una sola de las más de 1.200 páginas del recién firmado acuerdo comercial post-Brexit está dedicada al asunto. Todo ha quedado completamente en el aire, con la consiguiente incertidumbre para los operadores.
Cuatro años y medio después de aprobarse en referéndum, el Brexit ya es una realidad y las empresas que han estado esperando hasta su consumación para ejecutar sus planes de contingencia han hecho por fin efectivas sus decisiones. Sin sorpresas de última hora, giros inesperados y nuevas prórrogas, tocaba actuar.
Ha llegado el día marcado en rojo para el sector financiero de la UE y de Reino Unido. El Brexit, sin acuerdos de calado en este tema, amenaza la negociación 569 billones de euros en productos derivados, de los que el 75% pasaban hasta ahora por la City.
La City de Londres ya ha sentido los efectos del Brexit en el primer día de negociación. Alrededor de 6.300 millones de euros salieron del parqué británico a los mercados europeos. La bolsa británica soportó el 4 de enero una caída de volumen de negocio del 45%, solo en acciones. Las plazas de Madrid, París y Frankfurt se vieron beneficiadas con un incremento de la negociación en valores como Santander, Deutsche Bank y Total.