Ahora es el desabastecimiento. Desde supermercados vacíos hasta clientes sin batidos en el McDonald's. Cuando aún ni siquiera el Brexit está aplicado en toda su extensión, Boris Johnson sigue tomando medidas que vienen a dilatarlo aún más, a pesar de que el primer ministro británico era el máximo defensor de la salida radical de Reino Unido de la UE, hasta el punto de tumbar a una primera ministra de su partido, como fue Theresa May, acusada de acordar un Brexit demasiado blando para él y los suyos.
Desde la década ominosa de los setenta, que acabó provocando la llegada del neoliberalismo de Margaret Thatcher, no era habitual que en el Reino Unido, que disputa a Francia el puesto de segunda mayor economía europea, se enviaran este tipo de excusas por incumplimiento contractual: “Estimado cliente, el servicio de entrega a ese código postal ha sido suspendido por dos días para que nuestro almacén pueda aligerar el retraso acumulado. El aumento de demanda y la escasez de conductores han llevado a esta acumulación”.
Crisis en la industria del pollo británico. La patronal del sector en Reino Unido, el Consejo Británico de las Aves de Corral (British Poultry Council, en inglés), ha hecho un llamamiento al Gobierno para que tome cartas sobre una escasez de mano de obra que ha llevado a varias cadenas de restaurantes, incluyendo a Nando's y KFC, a ajustar sus servicios o cerrar restaurantes.
Un año después de tener que recortar su plantilla por la pandemia de la covid-19, Gabriel González se enfrentaba al problema opuesto: conseguir empleados para poder reabrir sus dos restaurantes de comida peruana fusión en Londres. “Tuvimos que reducir el equipo, lamentablemente, y algunos decidieron volver a su país. Pero ahora, con la reactivación, ha costado bastante encontrar gente.
La pandemia y los confinamientos provocaron grandes vaivenes en la economía. Caídas históricas, seguidas de repuntas históricos. Ahora que la situación se ha suavizado todavía se pueden ver algunos de estos indicadores mostrando tasas de variaciones históricamente altas, como es el caso de los salarios en Reino Unido, que están creciendo a un ritmo no visto en décadas ante la recuperación económica del país, junto a otros factores agravantes.
La Comisión Europea ha rechazado este miércoles el órdago del Gobierno de Boris Johnson, que ha amenazado con suspender unilateralmente los acuerdos del Brexit que afectan a Irlanda del Norte si Bruselas no se aviene a renegociar lo pactado sobre esa isla.
La isla más grande del canal de la Mancha se ha convertido en escenario de una batalla diplomática que muestra lo que está por venir en la relación de UK con la UE.
En el Reino Unido de Boris Johnson, el Leave y los nostálgicos del imperialismo, todavía hay quien cree que la Unión Europea ha sido la principal perjudicada por el Brexit. El pensamiento, resumido en aquella mítica portada del Daily Mail (Niebla en el Canal, el continente aislado), no se está reflejando, sin embargo, en las cifras.
El que hasta finales del año pasado fue el gran templo financiero de Europa, la City británica, comienza su derrumbe solo tres meses después del Brexit. El derecho inglés, empleado de forma preferente para todo tipo de operaciones, está en declive, debido a las incertidumbres legales que ha sembrado la ruptura de Reino Unido con la Unión Europea.