InfoJobs registró durante el mes de enero 260.832 ofertas de trabajo, cifra un 34% superior a la del mismo mes de 2017, según ha informado este lunes el portal de empleo.
En el 23,5% de las ofertas publicadas en enero se ofrecían contratos indefinidos, con un crecimiento del 50% respecto a enero de 2017, mientras que en el 16,7% se ofertaban contratos de duración determinada.
En cuanto al tipo de jornada, el 52% de las ofertas eran para trabajos a tiempo completo, el 22% para empleos a tiempo parcial, y el 3% contemplaban jornada intensiva.
El buen nivel de formación de los jóvenes hace que el relevo generacional en el mercado de trabajo vaya desplazando a las personas con estudios más básicos. Euskadi nunca había tenido tantos trabajadores con estudios superiores como ahora, más de 512.000, una cifra que no se alcanzó ni siquiera antes de la crisis cuando había trabajando 100.000 personas más. Más del 56% de los ocupados vascos tienen un título universitario o un grado superior de Formación Profesional, la tasa más alta del Estado español y muy por encima de otros territorios con economías menos productivas.
La 'generación más preparada' de España es también la 'generación perdida'. Nadie se ha escapado de escuchar estos dos tópicos durante los 10 años que van de crisis, pero en pocas ocasiones han estado apoyados con datos. ¿Cuál es la verdadera situación de España? ¿Está peor que otros países en 'talento desperdiciado'?
Hay sectores económicos y empresas que por el momento no están notando el crecimiento del PIB superior al 3% al que navega la economía española ni la reducción del paro que lleva aparejada. Más bien todo lo contrario. Uno de estos es el de la construcción nacional en el área de las infraestructuras. Las grandes constructoras no han parado de reducir sus plantillas en España desde el inicio de la crisis ante el parón acumulado de la obra pública.
Tres de cada cuatro ofertas de empleo en España, el 75% del total, se encuentran en el "mercado oculto", aquellas vacantes que las empresas prefieren no hacer explícitas y que cubren acudiendo a sus propias fuentes de reclutamiento, bases de datos, intermediarios o referencias de personas de confianza, según un estudio de Lee Hecht Harrison, división del Grupo Adecco.
El informe lo ha realizado el servicio de estudios de la Caixa a partir de un ‘paper’ de la OCDE. Y su resultado es concluyente. España tiene uno de los mercados laborales más degradados del mundo desarrollado. Sólo comparable al que tienen países como Eslovaquia, Grecia, Hungría, Italia, Polonia, Portugal y Turquía. Pero si la calidad es mala, tampoco la cantidad del empleo es suficiente.
La polémica entre centrales sindicales y Administraciones vascas se encona ante elevada temporalidad e interinidad en el sector público. El sindicato ELA anunció ayer que presentará a principios del próximo año 300 reclamaciones de indemnización de contrataciones temporales en Osakidetza, después de que el Tribunal de Justicia de la UE resolviese que su cuantía debe ser similar a la de los indefinidos. Entre ellas destaca la de una trabajadora que acumuló 141 contratos en cuatro años
Con más de 66.000 personas que llevan al menos dos años buscando un empleo, la situación en Euskadi de este colectivo preocupa a las autoridades vascas ante la persistencia de una situación que no parece encontrar solución con la mejora de la economía ni el descenso del paro.
El Servicio Público de Empleo, el antiguo INEM, no sirve para encontrar empleo. Apenas 249.400 personas (un 1,7%) de las 17.866.100 que estaban asalariadas en 2015 encontró su trabajo gracias a las oficinas públicas, según los datos de las variables de submuestra de la Encuesta de Población Activa correspondiente a 2015. El porcentaje ha caído trés décimas con respecto a 2014, cuando alcanzó el 2%, y supone poco más de la mitad del porcentaje registrado en 2007 (3,2%).
Uno de los puntos fuertes de DLD es que, por su proximidad a Davos, acuden a esta conferencia algunos de los gurús que después se van a Suiza a predecir el futuro. Este año había unos cuantos platos fuertes en este ámbito, como Jeremy Rifkin y Albert Wenger, que coincidieron en muchas cosas en torno al futuro del trabajo. Veamos.