La venta por casi 10.000 millones de la filial del BBVA en EE. UU. ha sido una operación clave para que el BBVA reanude las conversaciones con el Banco Sabadell para tratar de llegar a un acuerdo de fusión.
El grupo español BBVA ha acordado con PNC Financial Services Group (PNC) la venta de su filial estadounidense por 11.600 millones de dólares (unos 9.700 millones de euros a un tipo de cambio de 1,20 dólares por euro). Carlos Torres, presidente de la entidad, ha afirmado en una conferencia ante los analistas que “el precio es muy atractivo por la valoración que supone del banco en relación con los resultados previstos de esta unidad y el capital invertido”. Tambien destacó la importancia de que la transacción se hiciera en metálico y no en acciones.
Santander ya ha anunciado el número de afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que el banco va a poner en marcha en las próximas semanas. Serán 4.000 empleados los afectados, y, como es lógico, las salidas se producirán principalmente por prejubilaciones y, en menor medida, por bajas incentivadas.
Pero, además, el banco ha señalado a los sindicatos que se reubicarán en el grupo a otros 1.090 empleados, cuyo destino principal será Santander Personal, el centro remoto con gestores que atienden online a los clientes las 24 horas del día.
Nueva ola de despidos en el sector bancario en España. La gran banca prepara ajustes de personal, que afectarán a más de 15.000 trabajadores. La suma de diversos factores, como la aceleración digital, la baja rentabilidad, la prolongación en el tiempo de los bajos tipos de interés y la necesidad de reducir costes, constituyen un cóctel decisivo para que los bancos hayan iniciado negociaciones con los sindicatos para rebajar costes vía recorte de personal.
El grupo financiero ING, el mayor banco neerlandés, anunció este jueves que recortará al menos 1.000 puestos de trabajo en filiales en todo el mundo, y cerrará oficinas en varios países de Sudamérica y Asia para poder absorber el efecto de la pandemia de coronavirus.
Los ingresos del sector financiero, cada vez más dependiente de las comisiones ante el escenario de bajos tipos de interés, se están viendo gravemente estrangulados durante esta pandemia por el menor consumo de las familias, los planes de alivio puestos en marcha para ayudar a los más afectados por la crisis y la retirada del ahorro de los fondos de inversión hacia los tradicionales depósitos ante el temor a los mercados.
Las seis principales entidades financieras del país (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankia y Bankinter) cerraron el periodo entre enero y septiembre de este año con unas pérdidas acumuladas de 7.700 millones de euros, frente a los 10.467 millones de beneficio que tenían en el mismo periodo del año pasado. La diferencia se produce fundamentalmente por las provisiones que han realizado los bancos durante estos meses para hacer frente al futuro deterioro del negocio por el coronavirus.
BBVA, a diferencia de otros bancos, está llevando a cabo un ajuste silencioso de plantilla en todo el mundo para ahorrar costes. En lo que va de año, el grupo ha reducido el volumen en 2.863 empleados, lo que supone un 2,2% de su fuerza laboral. Estas disminuciones las ha llevado a cabo a través de salidas ordinarias y planes puntuales de prejubilaciones e incentivos.
BBVA ganó 1.141 millones de euros en el tercer trimestre, un 6,8% menos que en igual periodo del año pasado pero un 79% más que en el segundo trimestre gracias a la contención de costes que bajaron un 8,4% y a los ingresos, lo que le ha permitido reducir las pérdidas acumuladas en los nueve primeros meses del año a 15 millones de euros. El consejero delegado de la entidad, Onur Genç, señaló que «esta cifra de resultados representa un nivel más normalizado, en línea con años anteriores».
El Banco Sabadell ha mantenido contactos informales con los representantes de los trabajadores para comunicarles su intención de realizar un ajuste de 2.000 empleados, el 12% de la plantilla actual en España (16.570 trabajadores), con el objetivo de ganar eficiencia para continuar sin fusiones. La entidad pretende que el recorte no sea traumático y se pueda llevar a cabo con prejubilaciones.