Arabia Saudí reducirá voluntariamente su oferta de crudo en un millón de barriles diarios (de 9,25 millones pasará a 8,25) en febrero y marzo ante la todavía importante debilidad de la demanda global. “Somos los guardianes de esta industria”, ha declarado este martes el ministro de Energía del Reino del Desierto, Abdelaziz bin Salmán, al término de la reunión de la OPEP ampliada u OPEP+, que también incluye al segundo máximo exportador del mundo, Rusia. El mercado respondió a la noticia con una subida de casi el 5% y el Brent claramente por encima de los 50 dólares.
Las cuentas de resultados de las grandes compañías petroleras internacionales están registrando un ejercicio 2020 para olvidar. Los números presentados en los nueve primeros meses del presente año están marcados en rojo por los efectos de la pandemia de coronavirus en forma de una actividad económica más reducida y, sobre todo, en una menor movilidad.
La petrolera británica BP perdió 21.663 millones de dólares (18.305 millones de euros) entre enero y septiembre de 2020, un ejercicio marcado a fuego por la pandemia, frente a los beneficios de 4.007 millones de dólares (3.385 millones de euros) en el mismo periodo del año anterior.
Chesapeake Energy, la que fuera segunda productora de gas natural de Estados Unidos y pionera en la revolución del ‘fracking’ o fracturación hidráulica, se ha acogido a la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras con el objetivo de reestructurar su deuda, que ascendía a 9.000 millones de dólares (7.998 millones de euros), convirtiéndose en la mayor víctima estadounidense del desplome de los precios de la energía.
Cientos de miles de conductores saldrán hoy a las carreteras al terminar el estado de alarma y se encontrarán con los precios de los carburantes más baratos que cuando el Gobierno decretó esta medida excepcional por el Covid-19 el pasado 14 de marzo.
Los precios medios de la gasolina de 95 octanos y del gasóleo A de automoción se han abaratado un 13%. Esto se traduce en que llenar un depósito de 50 litros de un vehículo cuesta hoy unos 8 euros menos que el fin de semana en el que se decretó el estado de alarma.
El hipertransitado estrecho de Singapur, por donde habitualmente pasa cerca de un tercio del comercio mundial, tiene nuevos ocupantes: docenas de superpetroleros anclados en sus aguas con el único propósito de almacenar, hasta nueva orden, millones de toneladas de crudo que no encuentran comprador.
Repsol cerró el primer trimestre de 2020 con unas pérdidas de 487 millones de euros, lo que contrasta con los 618 millones de beneficios del mismo periodo del año pasado. Este fuerte descenso es debido a que la volatilidad y caída de las materias primas internacionales, sobre todo el petróleo, redujo de manera extraordinaria la valoración de los inventarios de Repsol, con un impacto negativo de 790 millones.
La OPEP, Rusia, México y otros países productores de crudo ponen en marcha a partir de este viernes un gigantesco recorte de la oferta de crudo con el objetivo de elevar los "petroprecios", desplomados en abril hasta mínimos históricos por la falta de demanda del "oro negro" en tiempos del coronavirus.
Hace un mes surgió el debate sobre una eventual caída del petróleo a cero dólares. Un escenario que hoy se ve sobrepasado en el mercado de materias primas, donde el barril West Texas, se hunde más de un 300% y cotiza ya en negativo, a -35 dólares.
El debate sobre una eventual caída del petróleo a cero dólares cobra más actualidad que cuando surgió hace un mes. El barril West Texas, de referencia en EEUU, se hunde cerca de un 20% adicional en la sesión de hoy, hasta tocar los 15 dólares, sus mínimos desde 1999. Más allá del precio, los analistas alertan del riesgo de colapso en el peor mes de la historia para la industria petrolera.