Puede que Rusia ya haya encontrado compradores para su petróleo, que suplan la pérdida de clientes provocada por la guerra en Ucrania. 

Años soñando con un barril de petróleo cerca de los 100 dólares y cuando por fin llega el momento no hay arena para todos. Después de malvivir meses y congelar todas las inversiones por los bajos precios del petróleo, la industria del fracking en EEUU ha visto sus sueños cumplidos: un barril de petróleo a un precio que supera con creces el nivel que hace rentable sus operaciones.

Las consecuencias de la clausura del gasoducto Magreb-Europa entre Marruecos y Tarifa por el conflicto que mantiene este país con su vecino Argelia, ya se dejan ver con claridad. Según el último boletín estadístico del gestor del sistema, Enagás, el gas natural licuado (GNL) que entró en el mercado español en diciembre pasado supuso casi un 70% (el 68,8%) del total, frente al 52,4% del mismo mes de 2020.

Media vuelta. Barcos transportadores de gas natural licuado con destino a Asia están cambiando de rumbo con la marcha ya emprendida ante el llamamiento de países europeos, que se muestran dispuestos a pagarles aún más para asegurar el abastecimiento en plena escasez.

La administración Biden ha propuesto a China, India y Japón una acción coordinada para liberar las enormes reservas de petróleo de las que disponen los respectivos países para reducir el precio del petróleo ante la negativa de la OPEP de aumentar la producción de crudo. La cotización del petróleo responde a la noticia con descensos que se aproximan al 1%. El Brent cae por debajo de los 80 dólares y el Texas de los 77 dólares.