La justicia alemana ha ordenado este jueves el registro de seis oficinas del Deutsche Bank en el marco de una investigación sobre lavado de dinero, según ha informado la Fiscalía de Fráncfort. Las pesquisas están relacionadas con la investigación llamada Off shore leaks y papeles de Panamá, como confirmó a través de Twiter la propia entidad financiera. Los investigadores sospechan que algunos empleados ayudaron a varios clientes a establecer empresas en paraísos fiscales con el objetivo de blanquear capitales.
El mayor banco alemán sufre un nuevo desplome. Las investigaciones sobre Danske Bank por un presunto lavado de dinero salpican a Deutsche Bank.
La espiral bajista en la cotización de Deutsche Bank no encuentra suelo, a la espera de un cambio en la política monetaria del BCE que ayude a revitalizar sus cuentas. A día de hoy había aguantado al menos por encima de los 8 euros por acción. Pero sus títulos sufren hoy un revés adicional superior por momentos al 5%, a un paso ya de perder el umbral de los 8 euros.
El Banco Sabadell redujo un 56,5% su resultado neto durante los primeros nueve meses del año, situándolo en 247,8 millones. La entidad justifica esta caída en los 559 millones de coste anual por solucionar los graves problemas informáticos y comerciales vividos en su filial británica TSB (que dejaron a miles de clientes sin acceso a sus cuentas), así como el impacto que le ha supuesto vender a pérdidas carteras de inmuebles.
Recientemente se ha conmemorado el décimo aniversario del desplome de Lehman Brothers. La primera ficha de dominó de una crisis financiera que se convirtió en global. Como detonante figuró aquel producto financiero complejo conocido como hipotecas subprime. Una década después, la banca en la sombra, donde se encuadraría aquella práctica, está todavía de relieve y tanto el Banco Central Europeo como el Fondo Monetario Internacional han puesto sobre la mesa los riesgos que plantea todavía hoy.
‘Too big to fail’ (demasiado grande para caer) es una de las premisas de la crisis que han quedado para la posterioridad. Hace apenas una década, el 15 de septiembre de 2008, el mundo pudo comprobar qué significa que quiebre una entidad con lazos sistémicos con el resto del sector financiero, como ocurrió con Lehman Brothers. Pero el tamaño de la banca, además de elevar la vigilancia de las autoridades, no es garantía de éxito.
La gran banca española (Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell) ha acordado en apenas un año librarse de unos 71.000 millones de euros en activos inmobiliarios, ante la presión del mercado y el apetito de los fondos de inversión por el ladrillo.
La prensa alemana vuelve airear que Deutsche Bank y Commerzbank, primer y segundo banco comercial privado en Alemania respectivamente, contemplan su fusión. Las acciones que cotizaban en negativo han repuntado con fuerza para cerrar con una subida del 0,49% en el caso de Deutsche Bank y del 2,3% para Commerzbank. El movimiento ha animado a las bolsas europeas para el cierre.
ING reconoció la semana pasada que había permitido el blanqueo de dinero en Holanda y aceptó pagar una multa de 775 millones de euros. El escándalo se cobra una víctima hoy entre las esferas ejecutivas: el director financiero ha dimitido, según un comunicado de la propia entidad. "ING anunció hoy que Koos Timmermans abandonará su puesto como director financiero y miembro de la Junta Ejecutiva de ING Group y abandonará la empresa.
Sabadell ha comunicado a la CNMV la salida del grupo del primer ejecutivo de su filial británica TSB. Paul Pester "ha llegado a un acuerdo para dejar su cargo", un relevo que se producirá "con efectos inmediatos".
Richard Meddings, actual presidente no ejecutivo de TSB, asumirá temporalmente las funciones de presidente ejecutivo de TSB. El cambio está sujeto a la aprobación del regulador británico.
Pester recibirá una remuneración estipulada por contrato y no tendrá ninguna vinculación con TSB o Sabadell.
BBVA afronta estas semanas uno de los rescates empresariales más importantes de Turquía, país por el que atraviesa graves dificultades como consecuencia de los desequilibrios económicos, la guerra comercial con EEUU y el desplome de la lira. La entidad, que controla el tercer banco turco -Garanti-, ultima la reestructuración de la deuda de la matriz de la mayor operadora de telecomunicaciones del mercado otomano junto a otras entidades.