La venta de Codorníu era uno de los movimientos corporativos más esperados para este 2025. La industria esperaba que, tras siete años en el accionariado, Carlyle lanzase la desinversión en la cavista en algún momento del año. Y apenas ha tardado un mes en hacerlo: el fondo estadounidense busca asesores para deshacerse de su paquete accionarial, que ronda el 68% del total.
Hay años en que se vive peligrosamente y años en que se vende como si no hubiera mañana. El año 2018 será recordado como en el que el cava dejó de ser catalán. Por que los grandes del cava vendieron como si sus empresas les quemasen en las manos.