La Diputación Foral de Gipuzkoa ha adjudicado la obra y la gestión de la nueva residencia de Arbes en Irún a GSR, KREAN y Altuna y Uria.

La Diputación Foral de Gipuzkoa ha adjudicado mediante una orden foral, de la que se ha dado cuenta hoy en Consejo de Gobierno, a la entidad Arbesko Egoitza (compuesta por la cooperativa GSR, Krean, y Altuna y Uria) la elaboración del proyecto de la nueva residencia de Arbes en Irun, la construcción de la infraestructura con un plazo de ejecución de 24 meses, y su gestión durante 22 años. El Consejo de Gobierno de la Diputación Foral de Gipuzkoa aprobó el pasado mes de junio el expediente de contratación de la concesión de obras para la redacción del proyecto, dirección facultativa, construcción, equipamiento y explotación del centro de servicios sociales en el barrio de Arbes de Irun, con un presupuesto base de licitación de 271 millones de euros. Según los plazos establecidos en el contrato, se prevé que la obra comenzará a finales de 2023, y que la residencia esté en marcha en 2026.

Arbes

La portavoz foral, Eider Mendoza, ha detallado que el contrato tiene una duración máxima de 24 años y seis meses desde su formalización, que se realizará en un plazo máximo de 15 días hábiles, y que la licitación se ha adjudicado por 263.681.347,65 euros. “Un proyecto de una gran relevancia para Irun como para toda Gipuzkoa. Se trata de un expediente de gran complejidad, pero que, tras meses de intenso trabajo por parte de los técnicos forales, en colaboración con el personal técnico del Ayuntamiento de Irun, ya se ha adjudicado”, ha valorado Mendoza.

“Gipuzkoa está inmersa en la transformación de su modelo de atención y cuidados para las personas mayores, y la residencia de Arbes hará una aportación de un grandísimo valor para extender esta apuesta y materializar la transición hacia los cuidados del futuro”, ha puntualizado la portavoz foral. Según ha recordado, el proyecto de nueva residencia fue activado a finales de la pasada legislatura, pero sufrió un parón con la llegada de la pandemia de la COVID-19. En junio del año pasado, la Diputación relanzó el proyecto, adaptado a los nuevos tiempos y como una de las puntas de lanza del cambio sistémico que se viene impulsado en la red residencias de personas mayores de Gipuzkoa.

El nuevo centro social de Arbes contará con 130 plazas residenciales para personas mayores en situación de dependencia, de las cuales 15 conformarán una unidad psicogeriátrica, y las demás estarán organizadas en reducidos módulos convivenciales y mayormente en habitaciones individuales. Además, fruto de la firma del convenio con el Ayuntamiento de Irun, que cedió la parcela a la Diputación, financiará 54 plazas de apartamentos tutelados, ámbito que es de competencia municipal, diseñados para su destino preferente a personas mayores con dependencia de grado I. La nueva residencia dispondrá igualmente de 30 plazas de centro de día para mayores en situación de dependencia, así como 26 plazas de apartamentos con apoyos para personas con discapacidad, y 25 plazas de centro de día para personas con discapacidad.

Según ha remarcado Eider Mendoza, el objetivo que persigue la Diputación Foral es convertir a Gipuzkoa en un territorio de cuidados, con un modelo de centrado en las personas y con la participación de la comunidad. Materializar esta transición, en palabras de la portavoz, es una “prioridad absoluta” para la Diputación, que se ha marcado como objetivo posicionar al territorio a la vanguardia de los cuidados e impulsar un cambio sistémico que llegue a todo el territorio. “En Gipuzkoa, por fortuna, contamos con un modelo de políticas sociales puntero y pionero, basado en la colaboración con el tercer sector social, y queremos aprovechar esa fortaleza para seguir avanzando en la transición al nuevo modelo”, ha considerado, y ha agregado que, en ese sentido, la nueva residencia de Arbes “será un claro ejemplo de este nuevo modelo de cuidados que estamos trabajando para desarrollar en Gipuzkoa”.

Fuente: gipuzkoa.eus

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