Siguiendo las líneas marcadas por su plan estratégico Leading the Future, Indra Group ha reforzado su organización para convertirse en la multinacional española de referencia en defensa, aeroespacial y tecnologías digitales avanzadas, con un papel clave en Europa y una mayor huella global.
El fondo soberano noruego, el mayor del mundo, se suma al asesor de voto estadounidense ISS en el rechazo a la llegada de Escribano al consejo de administración de
Indra obtuvo un beneficio neto de 61 millones de euros en el primer trimestre, cifra que mejora en un 40% las ganancias de 44 millones de euros del mismo periodo de 2023, según ha informado este lunes la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Los ingresos de Indra aumentaron un 22% entre enero y marzo, hasta los 1.118 millones de euros, con todas las divisiones alcanzando crecimientos de doble dígito (ATM +63%; Defensa +56%; Movilidad +19% y Minsait +12%).
Indra afirma que se enfocará en defensa, espacio y tecnologías digitales avanzadas para coordinar en menos de 10 años el ecosistema de defensa español.
Indra ultima los detalles de su nueva hoja de ruta. La compañía prevé diseñar una nueva estructura en la que avance en la segregación de sus dos grandes áreas de negocio, de defensa y tecnología. La compañía incluso se plantea en separar societariamente ambas ramas, con el grupo cotizado como un paraguas que lo aglutine todo.
Indra cerró el 2023 ganando un 20% más, hasta los 206 millones, por, esencialmente, el aumento de los ingresos de su división de defensa (transporte y defensa es la denominación), que crecieron un 18%, hasta los 1.500 millones. Estas magnitudes permiten a la compañía presidida por Marc Murtra y dirigida por José Vicente de los Mozos anunciar de nuevo un dividendo de 0,25 euros por acción, lo que beneficiará de forma principal a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), accionista mayoritario con el 28% de los títulos.
Tess Defence, un consorcio formado por cuatro empresas tecnológicas y de la industria militar –Indra, Santa Bárbara, Escribano y Sapa-, obtuvo en agosto de 2020 el segundo mayor contrato de los hasta ahora adjudicados por el Ministerio de Defensa.
El Ministerio de Defensa, que capitanea Margarita Robles, ha adjudicado la UTE Indra-Escribano DIAL un contrato de 10,9 millones de euros para incorporar a las fragatas F-110 un sistema de láser defensivo.
Desde que la Junta del pasado jueves acabase con cinco consejeros menos, la salida de otros dos en las últimas 24 horas ha disparado las alarmas sobre la férrea crisis por la que pasa la empresa y que tiene a la SEPI como coprotagonista
Hacía 16 años que los títulos de Indra no se daban un batacazo como el de ayer. Se hundieron un 12,1%, después de que el lunes, con las bolsas cerradas, el grupo presentase unos resultados trimestrales decepcionantes: en concreto, unas ventas un 6 por ciento inferiores a las del mismo periodo de 2015 (de 1.951 millones de euros).
