Masiva fuga laboral en Estados Unidos

El camarero se acerca a la mesa y se presenta con la mayor amabilidad. “Esta noche seré el encargado de atenderles. Si tienen cualquier duda o quieren alguna sugerencia, no duden en decírmelo”... El ritual es el de siempre; el empleado, distinto. Le preguntamos si la persona que suele ocupar su lugar está librando. Dice que no; que lo que pasa es que ha dejado la empresa. Y en más voz baja nos confía: “Se ha ido a otro restaurante”.

Suscribirse a RSS - trabajo laboral