Tesla se puede quedar sin el suelo en el que proyectó la que sería su primera fábrica de coches eléctricos en España. El acelerón urbanístico de los 1,5 millones de metros cuadrados recalificados para Elon Musk en Cheste (Valencia) se ha convertido en un arma de doble filo. La compañía ya tiene el espacio disponible, pero se trata de una propiedad privada muy golosa por la que ya pugnan otros inversores, según ha podido constatar EL ESPAÑOL-Invertia.
Las administraciones valencianas ya han hecho sus deberes para la llegada de Tesla a Cheste, la localidad escogida por la multinacional para proyectar una de sus nuevas fàbricas de coches eléctricos.