Los Estados confían cada vez más en los satélites como una parte crucial de sus estrategias de seguridad nacional. Como resultado, gran parte de los presupuestos de defensa se asignan a las tecnologías espaciales y, en concreto, satelitales. El espacio es un ámbito en el que hace décadas no se podría haber imaginado una carrera armamentística, pero ahora es una realidad clara.