El lehendakari, Iñigo Urkullu, y el foro de opinión Zedarriak han sellado hoy la paz tras un encuentro en Lehendakaritza que el propio jefe del Gobierno Vasco ha calificado de «cordial y muy positivo». Las aguas vuelven así así cauce después de que un primer informe del citado grupo, conformado por destacados hombres y mujeres de empresa vascos, algunos muy próximos al PNV, señalará que Euskadi perdía posiciones y liderazgo.
Hace tiempo que desde diversos sectores se alerta de que Euskadi ya no es el país de atracción empresarial que era antes y de que pierde competitividad frente a otras regiones. Y es en ese contexto, en plena crisis económica impulsada por la pandemia primero y después por las consecuencias de la guerra de Ucrania, cuando surge Zedarriak, el nuevo lobby socio-empresarial. Nace con la pretensión de “reforzar el atractivo económico y empresarial” y que “Euskadi ”no se quede atrás en las transformaciones económicas“.
Históricamente los episodios de crisis precipitan y decantan procesos que se estaban gestando de forma larvada. Por eso es interesante analizar los eventos actuales a la luz de las dinámicas emergentes previas a la pandemia.
Para ello enfocaremos nuestro análisis desde la perspectiva de un sector industrial destacado por su relevancia económica y social: la automoción. El sector constituye una de las actividades industriales más relevantes de Euskadi, ya que aporta cerca del 25% de su PIB y emplea a 40.000 personas.
Las carencias de insumos causadas por la pandemia han elevado las inquietudes sobre la seguridad nacional en las economías avanzadas. Preocupados por la sobredependencia de los productos chinos, los Estados Unidos, la Unión Europea y Japón han propuesto iniciativas para reubicar la producción. Y no están solos. La geopolitización del nexo entre la seguridad, la industria y el comercio está ganando impulso también en el mundo en desarrollo.
La pandemia ha dado muchos bofetones y golpes al mundo empresarial. Para muchos, ha sido el fin de su negocio. Para otros, un golpe que los tiene en el alambre. Algunos, sin embargo, han sabido reinventarse. Sin excesivos alardes, fundamentalmente obligándose a ofrecer formas de servicio, de provisión y distribución que hasta ahora no habían contemplado.
la venta de Euskaltel a MásMóvil si, como parece previsible, prospera la OPA amistosa lanzada por la operadora amarilla a la vasca, pone de relieve que el modelo de país que hasta ahora prevalecía en Euskadi, en donde la empresa jugaba un papel como agente de desarrollo, prosperidad y bienestar social, ha desaparecido por otro en lo único que prima es el cortoplacismo, la maximización de la inversión realizada, la generación de plusvalías en tiempo récord y la venta al primero que haga la mejor oferta, venga de donde venga, sin importar las consecuenci
Hace casi dos meses dimos a conocer desde estas páginas la intención del fondo de capital riesgo Magnum Capital, liderado por Ángel Corcostegui, de vender su participación en la empresa guipuzcoana Itasa, después de cuatro años de haber entrado en su capital.
En los últimos días, hemos leído informaciones de cómo las fuertes nevadas que cayeron la pasada semana y el hielo producido por las gélidas temperaturas que soportó Madrid han provocado un aumento del 800% en las ventas de palas de la marca Bellota, dando valor a su origen como un producto fabricado por una empresa guipuzcoana.
El pasado 8 de septiembre de 2020, el Consejo de Ministros aprobó la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2027. En la nota de prensa emitida por el Gobierno se resumen los objetivos de esta estrategia, planteada en dos fases: del 2021 al 2023, los esfuerzos “estarán enfocados a garantizar las fortalezas del sistema existente, reforzando la programación actual, las infraestructuras y los recursos humanos” dedicados a carreras investigadoras. Solo en la segunda fase, del 2024 al 2027, se plantea “situar la I+D+I entre los pilares fundamentales de nuestro Estado”.
Catalunya ha perdidopeso como país industrial y como una de las regiones innovadoras de Europa. Nos podemos diagnosticar y sobrediagnosticar, pero difícilmente cambiarán los hechos. Para algunos estos hechos solo tienen razones políticas.