Tenemos una larga historia de decepciones con nuestras descripciones del mundo (de los hechos, los valores, los comportamientos, las expectativas) porque creemos que debemos binaria o ternariamente elegir siempre una opción en detrimento de las otras. Cuando en realidad de lo que se trata es de aceptar -y operar- en el mundo de contradicciones en el que nos ha tocado vivir y que seguirá complejizándose crecientemente.
¿El mejor o el peor de los tiempos científico-tecnologicos?