Muchas ciudades del mundo vieron hace poco cómo miles de personas formaban cola para que un orbe futurista les escaneara el iris a cambio de bitcoins. La sorpresa pronto dejó paso a la duda sobre la conveniencia de vender datos biométricos a empresas o sobre si abría la puerta a la suplantación de la identidad. Y, como consecuencia, también a mucha desconfianza hacia la Inteligencia Artificial. Pero Helga Nowotny (Viena, 1937), doctora en sociología y experta en este tipo de tecnología, asegura que esto no es nuevo.
Los días 1-2 de noviembre de 2023 pasarán a la historia como las fechas de la primera conferencia sobre seguridad y regulación internacional de la inteligencia artificial, la AI Safety Summit.
La discusión por la inteligencia artificial generativa está en todos lados. Desde que ChatGPT se lanzó al público masivo hace un año, la sigla IA se apoderó de todos los rubros en el mundo del trabajo. Sin embargo, los desarrollos de esta tecnología vienen desde hace tiempo y tienen a un protagonista omnipresente: el “transformer”.
A medida que la IA se vuelve más avanzada, surge la pregunta de si algún día superará a la inteligencia humana. Aunque la IA ha demostrado ser capaz de realizar tareas específicas de manera eficiente, sigue siendo objeto de discusión si puede igualar o superar la inteligencia humana en términos de comprensión, creatividad y empatía.