En 2010 Grecia entró en una grave crisis económica y su deuda estaba calificada como ‘bono basura’, siendo el primer país de la eurozona en obtener ese distintivo.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, aseguraba a principios de verano en el Parlamento Europeo que Grecia "ha recuperado el control de su economía". El líder heleno se congratulaba de poder inaugurar una "nueva era" después de la dura travesía entre la austeridad y las reformas a causa de la crisis y el rescate que el país sufrió la década pasada.
Ha pasado desapercibido en los grandes medios, especialmente comparado con el ruido que generó su puesta en marcha en junio de 2015. Pero tras el cambio de gobierno en Grecia por fin se han levantado los últimos controles de capitales a los que aún estaban sometidos sus ciudadanos.