“Es difícil hablar de felicidad laboral cuando cobras mil euros al mes o tu trabajo es precario”, sostiene Vicente López, director de la Fundación 1º de Mayo-istas. “También en los trabajos más básicos puede uno sentirse feliz y satisfecho”, argumenta Mireia de las Heras, profesora de IESE. En algo están muy de acuerdo: en España no se da la “Great resignation”, la estampida laboral post-covid que registra EE.UU.