Nadie podía imaginar hace unos años que la energía nuclear, denostada desde el accidente de Fukushima en 2011, renacería en Europa y lograría el apoyo mayoritario de los principales organismos internacionales. Hoy, con varias de las principales potencias abriendo hueco a esta tecnología en sus planes de descarbonización, el creciente apoyo nuclear en el Viejo Continente incluso está atrayendo el interés inversor de Emiratos Árabes Unidos.
La energía nuclear vuelve a escena tras la decisión de la Comisión Europea de incluirla en la taxonomía de inversión sostenible. Según los datos del Foro Nuclear, en el mundo hay 479 centrales en proyecto, lo que supondría duplicar los actuales 443 reactores. De esta cantidad 54 plantas están en construcción, 99 en planificación y 326 propuestas pero la cifra puede comenzar a incrementarse en Europa.
Cinco países, entre ellos Alemania, combaten los planes de Francia de revitalizarla, y se oponen a que esta tecnología sea elegible para recibir la ayuda de los fondos verdes europeos
Ajeno a la intención del presidente francés, Emmanuel Macron, de construir nuevos reactores nucleares, el Ejecutivo español no se mueve ni un milímetro de su postura inicial.
Ajeno a la intención del presidente francés, Emmanuel Macron, de construir nuevos reactores nucleares, el Ejecutivo español no se mueve ni un milímetro de su postura inicial.
Al final del camino, volvía a estar la energía nuclear. Tras décadas de sobrecostes, protestas públicas y catástrofes en otros lugares, China ha surgido como el último gran creyente del mundo, con planes para generar una cantidad ingente de este tipo de energía, rápidamente y a un coste relativamente bajo con el telón de fondo de un futuro sin emisiones de carbono.