Cem Özdemir, el nuevo ministro de Agricultura alemán, tiene dos méritos casi revolucionarios en la política de su país: en 1994 se convirtió en el primer diputado del Bundestag (el Parlamento federal) con raíces turcas, una hazaña que repitió el pasado 8 de diciembre cuando se convirtió en el primer ministro federal de ese origen. Ahora, Özdemir, un vegetariano de toda la vida, se ha impuesto una misión igual de revolucionaria: le ha declarado la guerra a los “precios basura” de la carne.