Gobiernos, bancos centrales, analistas y empresas observan casi hipnotizados los movimientos del gráfico. El euro lleva días rozando ese momento simbólico en que su valor se sitúe por debajo del dólar, un paso que a juzgar por la tendencia parece irreversible. La moneda única se cambiaba este martes por un dólar, alcanzando así la paridad.