Alrededor de 130 buques, más de lo que normalmente maneja el Canal de Panamá, esperan para cruzar la vía, muchos de ellos graneleros y gaseros que no pudieron hacer una reserva. Es una congestión derivada de la falta de agua por la fuerte sequía de este año que impacta en el comercio internacional.
El transporte marítimo vive desde el comienzo de la pandemia una situación de tensión constante, agravada con la aparición de la variante Delta. Una congestión de las rutas marítimas que está poniendo en riesgo la cadena de suministros en todo el mundo, en un momento en el que, a diferencia de 2020, la demanda de bienes de consumo está floreciendo.