El Canal de Panamá se está quedando sin agua y las consecuencias en el comercio global ya se notan.

El comercio mundial se enfrenta otra posible prueba de estrés, y esta vez el 'rival' a superer no es una pandemia o una guerra, sino el clima extremo. Una severa sequía alrededor del Canal de Panamá está obligando a los buques portacontenedores a aligerar sus cargas, según han revelado Laura Curtis, Ruth Liao y Michael McDonald de Bloomberg. Eso reduce la capacidad disponible para transportar mercancías, a la par que aumenta el riesgo de retrasos y genera recargos que pagan los propietarios de las mercancías que se transportan.

El petróleo flotante de Rusia se multiplica ante la odisea de los buques para llegar a China y la India.

Las sanciones sobre el petróleo ruso están teniendo un impacto bastante limitado sobre el precio. El crudo es más barato que antes de la guerra y no parece haya riesgo de escasez. Sin embargo, lo que sí parecen haber logrado las sanciones es una auténtica revolución en las rutas que sigue el petróleo, lo que ha disparado el tiempo que el petróleo pasa en el mar a la vez que genera ciertas dudas sobre su impacto en el medio ambiente (ahora las travesías de los petroleros son mucho más largas, lo que supone mayores emisiones y riesgo de tragedias).

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