En el fondo, los fabricantes saben que los híbridos enchufables consumen más combustible y emiten más emisiones de las oficialmente homologadas. La Unión Europea también lo sabía, pero debía demostrarlo con pruebas y ya las tiene. El informe elaborado por Bruselas así lo demuestra, un palo más ahora que los PHEV empiezan a despuntar pero de difícil solución.