Josep Vives lleva ocho meses intentando vender un piso de su propiedad en Sabadell pero la muerte de una hermana del marqués de Sentmenat ha paralizado la operación. Lo tenía todo listo. Un comprador, cuyo banco le daba la hipoteca, y una paga y señal en concepto de arras, que deberá devolver si finalmente la compraventa no se lleva a cabo. Pero cuando se disponían a sellar la transacción saltó la sorpresa: el piso no estaba libre de cargas sino que el Registro de la Propiedad indicaba que faltaba por pagar un censo.