El Parlamento Europeo ha dado este martes su visto bueno definitivo al cargador universal en territorio comunitario. Lo que hasta hace poco parecía una quimera —se ha tardado más de una década en llegar a un acuerdo definitivo— permitirá, en un futuro próximo, que los europeos necesiten un solo dispositivo para cargar sus teléfonos móviles, tabletas, auriculares y otros aparatos electrónicos portables.