La vicepresidenta Nadia Calviño (A Coruña, 53 años) parece inasequible al desaliento y al ruido político. Aunque no desdeña el contexto de guerra e incertidumbre, no duda de que la inflación ha empezado a descender. Argumenta que la recuperación es sólida, y que el despliegue de los fondos europeos va a un ritmo impresionante. Subraya que este es un Gobierno reformista.