En Alemania, los precios del gas han explotado, y cada vez menos personas y empresas pueden pagar sus facturas. Con 200.000 millones de euros, el gobierno de Olaf Scholz busca paliar los efectos de la crisis energética e impedir crisis mayores.
El ministro Habeck asegura que el alza de los precios en el invierno pueden significar un mes de sueldo para una familia de cuatro personas solo en facturas energéticas.
Los arrendadores alemanes han advertido de que el encarecimiento de la energía y la calefacción, como consecuencia de la guerra en Ucrania, puede convertirse en una amenaza para la paz social en el país.
“La situación es más que dramática y la paz social en Alemania está en peligro, dice un comunicado de la AsociaciónGeneral de Arrendadores (GdW).