En julio del año 2020, el kilo de aceite de oliva en origen no se pagaba ni a dos euros. Cinco años antes, en agosto del 2015, un mismo kilo de aceite de oliva se pagaba a 4,15 euros. El mercado oleícola es especialmente oscilante. Y en una situación como la invasión de Ucrania y lo que está ocurriendo con la repentina potente demanda de aceite de girasol tenía que acabar notándose en el aceite de oliva. Y ya lo está haciendo.
La cesta de la compra no pasa por su mejor momento con las primeras restricciones en la adquisición de productos de primera necesidad. Los supermercados empiezan a restringir la venta de aceite para evitar posibles problemas de desabastecimiento por la guerra en Ucrania.
Mercadona ha impuesto un límite de cinco litros por cliente. La cadena de alimentación Velgasa-Eroski también restringirá a partir de esta sábado la venta de aceite de girasol a cinco botellas en los supermercados Familia y Eroski y dos cajas en los Cash Record.