El mantra repetido por los directivos de Grifols está claro: "El plasma ha vuelto". Así lo aseguraron los principales ejecutivos de la compaññía en la junta de accionistas de la farmacéutica catalana celebrada este viernes en Sant Cugat (Barcelona). La pandemia de Covid-19 ha limitado desde 2020 el acceso a esta materia prima necesaria para producir los medicamentos hemoderivados, una situación que se ha revertido en las últimas semanas y que debería hacer que mejoren los márgenes de la multinacional.
Grifols sufrió el pasado año una fuerte dentellada del 70% en su beneficio neto, que se redujo hasta los 182 millones de euros, provocada por las dificultades de captar plasma en el segundo ejercicio de la pandemia y por los altos compromisos financieros que asumió con su última gran compra, la compañía alemana Biotest, anunciada en septiembre pasado.
El año pasado Grifols ya fue una de las firmas más castigadas del Ibex y este año, que se esperaba que fuera el de su recuperación después de los problemas derivados de la pandemia, tampoco lo está siendo. De hecho, con un descenso del 13%, vuelve a ser uno de los peores valores del índice.