La Bolsa de Tokio, la tercera mayor del mundo, ha suspendido antes de la apertura y durante toda la jornada la negociación de sus valores cotizados tras sufrir el mayor problema técnico desde 1999.
En el mundo y en los mercados hay aficionados, especuladores, inversores profesionales (que muchas veces también especulan), auténticas mentes maestras de la inversión, y… luego ya está Warren Buffett, que no sólo está en el top de lo anterior, sino que además lleva décadas demostrando con dólares constantes y sonantes el (gran) éxito de sus estrategias de inversión, con las que además arriesga de forma pública y notoria su propio dinero.
Nueve firmas del sector financiero de Estados Unidos, entre las que se incluyen bancos como Morgan Stanley y firmas de inversión como Fidelity, han logrado luz verde del regulador de los mercados (SEC) para lanzar una plataforma de intercambio de valores de bajo coste que se presenta como una alternativa a la Bolsa de Nueva York (NYSE) y el Nasdaq.
Las bolsas mundiales han vivido una semana que ya está en la historia negra de los mercados. El Ibex 35 ha acumulado un desplome histórico del 21% que ha dejado las valoraciones de las empresas en el chasis, de vuelta a los niveles más bajos desde 2012.
Del 'crash' sin paliativos que sufre la Bolsa española emerge un ganador. Se trata de los inversores bajistas más agresivos en el mercado nacional, que acumulan ganancias históricas en el transcurso del primer trimestre del año apostando por la caída de las cotizaciones.
Los gestores bursátiles europeos pujan por hacerse con la Bolsa española. La sociedad rectora de la Bolsa suiza, SIX, ha lanzado una oferta pública de adquisición de 2.842 millones de euros por Bolsas y Mercados Españoles (BME), según han comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Aunque la compañía española considera razonable esta oferta económica, de forma paralela negocia su posible venta al gestor europeo Euronext.
La industria de los mercados se prepara para vivir una de las mayores operaciones de su historia ante las avanzadas negociaciones que London Stock Exchange Group (LSEG) mantiene con la firma de capital riesgo Blackstone para adquirir Refinitiv, la compañía detrás de los terminales de Thomson Reuters que dan datos financieros a 40.000 firmas de inversión en el mundo.
Los brókeres que figuran en todas las fotografías, ataviados con sus chaquetas azules y la bandera de EEUU en la solapa, teléfono en mano y dando órdenes de compra-venta de acciones a gritos forman parte del romanticismo que implica un clásico, pero no es, a día de hoy, una realidad.
La Bolsa española no atraviesa un buen momento. El Ibex, con una caída del 2,7% en lo que va de año, es incapaz de desprenderse de la debilidad que impera desde hace 12 meses. Esto no impide que los inversores sigan viendo valor a muchas de las cotizadas que integran el selectivo. El interés por las firmas españolas no se limita a los fondos de la misma nacionalidad sino que se extiende a los vehículos de inversión extranjeros. Por encima de estos últimos destaca BlackRock.
Los gestores de fondos de Bolsa española no salen bien parados cuando se comparan sus resultados con los índices de referencia. Tan solo uno de cada cinco logra una rentabilidad mejor que el mercado. La situación se repite en otros países, tanto si se analiza los rendimientos del último ejercicio como si se tiene en cuenta la última década.