Una carrera universitaria que solo se aprueba si facturas 15.000 euros.
¿Existe una carrera universitaria donde los profesores en realidad son una especie de entrenadores y los alumnos son emprendedores? Pues sí. Es el Grado en Liderazgo e Innovación Leinn, impartido por la facultad de empresariales de Mondragon Unibertsitatea desde 2008. Se trata del primer grado oficial a nivel europeo en materia de emprendimiento e innovación. Progresivamente ha ido implantándose en Barcelona, Madrid, Valencia…. Los datos objetivos avalan de momento el éxito de la propuesta: el 100% de los graduados está trabajando.
Así, desde minuto 1 los jóvenes deben crear su empresa y aumentar paulatinamente la facturación. ¿El aprobado final? Solo si al final de sus estudios (al cabo de cuatro años) son capaces de facturar al menos 15.000 euross. Parte del aprendizaje se desarrolla en países como China, India y Estados Unidos, donde ‘venden’ sus ideas y tratan de buscar financiación.
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Este grado está basado en la metodología de Team Academy Finlandia, creada en 1992 por Johannes Partanen en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Jyvaskyla (Finlandia) y, básicamente, se trata de convertir a los alumnos en agentes de cambio, emprendedores creando nuevos negocios en equipo. El profesor Johanes Partanen de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Jyvaskyla diseñó un programa para que los estudiantes aprendiesen a manejarse en el mundo de los negocios desde el primer día con acciones reales. Años más tarde, su proyecto, al que llamó Team Academy, se convirtió en un programa oficial “donde los jóvenes aprenden sobre como crear empresas y negocios formando equipos emprendedores para desarrollar proyectos innovadores”.
Alumnos en una clase del grado.
Algunos de esos proyectos siguen adelante, otros no, pero eso no es lo más importante. “Los arquitectos, médicos y abogados no aprenden sobre medicina u otras disciplinas a través de clases magistrales. Aprenden progresando a través de las oportunidades de aprendizaje que ofrece la práctica experimental. El aprendizaje y mejora continua trata de experimentar con nuevas ideas, repitiendo ciclos de experimentación, siendo un proceso vivo, y no un proceso de consultoría”.
Esta es la máxima de los creadores del grado Leinn, para quienes es necesario formar a personas que pueden liderar procesos emprendedores, que sean capaces de diseñar y poner en marcha nuevos negocios o de dirigir iniciativas de intra-emprendizaje al interior de las empresas. “Competencias como el trabajo en equipo, la resolución de problemas, la toma de decisiones, la cooperación, el liderazgo, la innovación o la comunicación efectiva son necesarias en el perfil de formación de este tipo de profesionales”, señalan.
Autogestión y apoyo del equipo
La extensión del grado fuera del campus universitario de Mondragon, ha facilitado la creación en ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao de los TeamLabs, una especie de laboratorios que florecen en espacios de coworking (lugares compartidos de trabajo). Según uno de los ‘coach’ o entrenadores, la puesta por este tipo de espacios incardinados en los entornos urbanos con actividad mercantil y sociocultural acelera el proceso de aprendizaje. “Te puedes conectar con otras personas que estén impulsando sus proyectos”.
Parte de los créditos se corresponden con los proyectos empresariales y para el resto de créditos se valoran las asignaturas que cursan online a través del campus virtual (inglés empresarial, marketing, economía o contabilidad) y los viajes por diferentes países del mundo. Las estancias pueden durar entre uno y dos meses, un tiempo en el que los emprendedores montan oficina en esas ciudades y buscan apoyo financiero o logístico para su proyecto.
Roberto L., alumno de segundo grado de Leinn, acostumbrado a los estudios reglados más o menos tradicionales disfruta con una manera diferente de entender la formación académica. “No doy clases regladas ni nada por el estilo. Vengo al espacio de coworking cuando es necesario y en función de cómo me haya planificado la semana de trabajo. Un día normal puedo estar en la ‘oficina’ o, por el contrario, pasármelo en la calle buscando financiación para mi proyecto”.
Trabajar de forma emprendedora requiere de “coraje y voluntad” para romper con los límites de la mente, que son sustituidos por “una manera positiva de pensar”, explica uno de los profesores-entrenadores.
“Normalmente”, explican los responsables del grado Leinn, “la gente no hace cosas que le hagan salir de su entorno habitual voluntariamente. Pero una vez que se experimenta lo mucho que se aprende en esta zona de inseguridad, es más fácil lanzarse a las situaciones más incómodas. Es aquí donde se da preferentemente el desarrollo y el aprendizaje. Se necesita coraje para romper con los límites y aprender a equivocarse. Tal comportamiento es posible gracias al apoyo del equipo. Uno de los valores a transmitir a los estudiantes es aprender de los errores cometidos, probando cosas nuevas y en alguna ocasión equivocarse”.
Fuente: eldiario.es
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