Tejiendo economía solidaria.
Dieciséis personas de ocho países latinoamericanos, que representan a asociaciones que trabajan con comunidades indígenas, fortalecen sus experiencias cooperativas en el curso que imparten Mondragon Unibertsitatea y Alboan.
Jabones elaborados de forma artesanal por las manos de mujerestseltales, en la Selva Norte del estado mexicano de Chiapas. Son socias, productoras y beneficiarias de Yip Antsetic, una de las actividades capitaneadas por el campesinado y comunidades indígenas de Latinoamérica que hasta marzo beberá de la experiencia cooperativa de Mondragon para robustecer su aparato empresarial.
“Nuestro objetivo es fortalecer la estructura de esta cooperativa que agrupa a 35 mujeres que hacen jabones a base de miel y café;que se vuelva sostenible y genere músculo económico y organizativo”, explica Cristina Méndez, una de las participantes del curso especializado en gestión económica y social que promueven el Instituto de Estudios Cooperativos Lanki de Mondragon Unibertsitatea y la Fundación Alboan.
Méndez ejerce como coordinadora del área contable-administrativa de Yomol A’tel, un conglomerado de empresas de economía solidaria que integran familias tseltales, el grupo indígena que desciende de los mayas afincado en el corazón de la sierra chiapaneca, una región montañosa cuya riqueza cultural y medioambiental contrasta con su pobreza económica.
“Yomol A’tel significa juntos trabajamos, juntos caminamos y juntos soñamos. Es una forma de entender el trabajo desde la cosmovisión comunitaria”, cuenta esta joven de 29 años que ha cruzado el charco junto a Martín Vázquez, responsable de comercialización de la citada organización.
Esta esperanzadora aventura arrancó con una comunidad de 22 productores que ha crecido hasta los 300 actuales de café y 50 de miel, además de las mujeres que se encargan de los jabones artesanales. “Tenemos nuestras cafeterías ubicadas en cuatro puntos principales del país donde distribuimos los productos, aunque también contamos con otros clientes nacionales y algunas cooperativas en la línea del Comercio Justo”, relata Méndez.
miel, café, calzado...El de Yomol A’tel es un ejemplo de economía solidaria;una apuesta firme y convencida que está cambiando la vida de muchísimas personas, al igual que el resto de experiencias que estos días comparten pupitres en las aulas del campus de Aretxabaleta de la facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (Huhezi) de Mondragon Unibertsitatea.
Procedentes de ocho países latinoamericanos -Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, El Salvador, México, Paraguay y Nicaragua- los dieciséis líderes de cooperativas y técnicos de distintas asociaciones que han viajado hasta Debagoiena afrontan el curso con “muchas ganas”. Dispuestos a empaparse de conocimientos que inyecten nueva savia en sus respectivos proyectos. Entre las muchas experiencias que aportan las hay desde la producción de miel, cuyes (especie de conejillo de indias) y caficultores, hasta un taller de calzado que trabaja con mujeres y población refugiada, así como una actividad agroecológica y microcréditos, y un grupo de ahorro y préstamo comunitario.
“Hemos venido con la esperanza de aprender herramientas de gestión empresarial, pero, al mismo tiempo, conocer otros modelos de desarrollo que son posibles de impulsar en nuestros países”, apunta la peruana Enma Gallardo, del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), que da apoyo a la cooperativa Approcap de pequeños productores de cacao de la región de Piura.
“Somos una organización de hombres y mujeres sustentados en la agricultura familiar, que nos dedicamos al cultivo, procesamiento y comercialización de cacao orgánico fino de aroma para el Perú y el mundo”. Así se presenta Approcap, la actividad que alumbró el Valle del Alto Piura, y que gracias a las nuevas técnicas de cultivo ha visto mejorar su productividad, que “pasó de un promedio de 0,29 toneladas de cacao de grano seco por hectárea al año (antes del inicio del proyecto) a 0,41 toneladas”, exponen desde la cooperativa.
El cacao criollo de Piura se caracteriza por su color “blanco porcelana” y por su sabor “frutado” que responde a la acción combinada de su genética, el manejo agronómico y la labor posterior a la cosecha. “Necesitamos consolidar algunos procesos de gestión empresarial y creo que esta experiencia en el País Vasco nos va a ayudar mucho en ese sentido”, asegura una entusiasmada Gallardo.
Opinión que también comparte el especialista en apicultura, Tito Tintilay, que trabaja en el departamento de Tarija, al sur de Bolivia. Acude al curso con el proyecto que tiene al frente a la asociación de productores de miel de Soto Rancho, Apromisora. “Nos falta dinamizar el tema de la comercialización, y este programa nos va servir para ver cómo vamos a llegar al mercado, con qué cantidad de producto, tratando de satisfacer la economía familiar, a la vez que al propio mercado”, señala este representante de la Fundación Aclo que atiende a población indígena campesina y urbano marginal.
Tintilay precisa que como institución desde Aclo se esfuerzan “por fortalecer las capacidades productivas y organizativas, junto con las alternativas de adaptación al cambio climático”. “Esos son algunos de nuestros desafíos estratégicos”, resalta.
hasta marzoHéctor Pérez, Arístides Liberato Pérez, Cristina Beltrán, Mayerli Muriel, Luis Aldana, Jenny Josefina Mena, Luisa Jeannette Ortiz, Ángela Alicia Reyes, Damin Joel Giménez, María Diana Baez, Eddys Palacios y Donal Flores completan el alumnado del Diploma de Especialización en gestión económica y social para el desarrollo de la economía solidaria, que celebra su tercera edición.
El curso tiene como finalidad contribuir al fortalecimiento socieconómico y la viabilidad de las iniciativas de economía social y solidaria latinoamericanas. Crear un feedback de conocimientos. Aprender los unos de los otros. “Se les enseña principios de cooperación y economía social, temas de gestión financiera, recursos humanos y organizacionales. Tienen tutores que ha estado en las cooperativas del Grupo Mondragón, y reciben una formación y acompañamiento teórico-práctico que a la vuelta aplicarán en sus países”, detalla la responsable de Alboan, Mary Tere Guzmán.
Hasta el 23 de marzo disfrutarán de su estancia en Aretxabaleta y después regresarán a sus países para implementar las nuevas capacidades que han adquirido. “Lo que estamos sembrando estos días en tierra fértil va a tener sus frutos en un futuro cercano”, sentencia Gallardo.
Fuente: noticiasdegipuzkoa.com
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