COMO EVALUAR UNA JOINT VENTURE
Las grandes empresas utilizan cada vez más las joint ventures como una forma de acceder rápidamente a nuevos mercados o tecnologías. Como dice el doctor Henry Chesbrough en su nuevo libro Open Services Innovation, "Hay demasiadas buenas ideas ahí fuera como para innovar por tu cuenta. La forma de vencer es llegar al mercado rápidamente y con fuerza mediante la colaboración con otros".
Sin embargo, antes de embarcarse en una aventura de colaboración es conveniente considerar algunos aspectos:
- Define los términos: No se debe confundir la joint venture con la alianza estratégica. El primer caso consiste en varios partners que obtienen un producto o servicio que es mayor que la suma de sus partes. En la alianza estratégica, sin embargo, los partners no tienen por qué trabajar coordinadamente, aunque también se beneficien del esfuerzo de los otros.
- Evalúa a los potenciales partners: Conviene investigar si los partners ya han tenido otras experiencias de joint venture y qué tal les ha ido. Es importante también asegurarse de que sus objetivos con la joint venture son compatibles con los nuestros, y que no se van a convertir en nuestra competencia más adelante.
- Evalúa el potencial de negocio: Debe existir una oportunidad inmediata de negocio, en caso contrario la joint venture no tiene sentido. Conviene preguntarse qué otras actividades vamos a dejar de hacer a causa de la joint venture, ya que siempre hay un coste de oportunidad.
- Elige la estructura: Hay dos maneras de estructurar la colaboración: bien por medio de un contrato o mediante la creación de una entidad separada. Si los partners aportan activos a la joint venture y las expectativas son las de crear nuevas tecnologías, tiene sentido darle forma de nueva entidad, ya que facilita la gestión y potencial futura venta de todos los activos y la propiedad intelectual. Sin embargo para una colaboración puntual en un proyecto puede ser más conveniente una colaboración basada en un contrato.
- Contrata un abogado con experiencia: El propio Chesbrough aconseja contar con los servicios de un abogado con experiencia en joint ventures, aunque el coste sea superior. Esto es especialmente cierto si la joint venture es internacional, implicando distintos entornos legales.
- Elige un objetivo operativo: Es habitual que todos los partners tengan el mismo peso en la joint venture, lo que causa problemas a la hora de tomar decisiones cuando no hay un consenso. Es muy aconsejable que en el acuerdo de colaboración se especifiquen estas cuestiones de antemano. Asimismo este acuerdo debe contemplar las aportaciones de capital de los partners, tanto la inicial como en subsiguientes ampliaciones.
- Ata los asuntos de propiedad intelectual desde el inicio: Conviene clarificar a quién pertenecen los desarrollos tecnológicos a realizar por la joint venture así como los aportados por cada uno de los partners. Es otra razón para contar con los servicios de un abogado experimentado.
- Planifica el final: Una de las cosas más importantes a determinar desde el inicio es cómo se puede dar por finalizada la joint venture, o bien cómo uno de los partners puede salir individualmente de ella, bien voluntariamente o bien por otras causas como que ha entrado en quiebra. También hay que asegurarse de que los partners acuerdan no competir con la joint venture, algo que podría suceder en caso de que un partner salga disgustado de ella.
Más información sobre las joint ventures y sobre cada uno de estos aspectos en este enlace.
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