Basta echar un vistazo a los titulares para descubrir el entusiasmo, por no decir euforia, que despierta la introducción del 5G. Coches y camiones sin conductor que jamás sufren accidentes. Adiós a los atascos y al déficit en asistencia sanitaria. Producción más flexible, más conectada y más eficiente que nunca.