Eroski inicia nuevo ciclo, con inversiones de 400 millones y aperturas en Euskadi.
Eroski, que en los últimos años sufrió lo suyo, lastrada no por su negocio tradicional sino por un pecado del pasado como fue el del ladrillo -debido a su papel de promotor de centros comerciales- y su deuda asociada, ha dado por fin la vuelta a la situación. Tanto es así, que, según explica su presidente, Agustín Markaide, la firma inicia ahora un nuevo ciclo estratratégico de cuatro años en el que volverá a abrir tiendas, en su mayoría supermercados, también en Euskadi, con una inversión media anual de entre 100 y 120 milones.
El Plan Estratégico que Markaide y su equipo han dibujado pasa por crecimientos de las ventas del orden del 4% como promedio hasta 2020, unido a mejoras del resultado bruto operativo (el llamado ebitda) del 6%.
En definitiva, Eroski se quita el corsé de plomo que tanto le constreñía y crecerá de nuevo. No en la forma en que lo hizo antes, es evidente, pero sí de manera constante y ordenada. Al menos ese es el espíritu que impregna la compañía, que maneja hoy una cuota de mercado alimentario en Euskadi del 32% (porcentaje que no ha mermado durante la crisis) y un 18% del pastel de la distribución en el norte de España, según datos de la consultora especializada Nielsen, expuestos por el propio Markaide.
«La reordenación de la red de tiendas de alimentación ha terminado, volveremos a abrir establecimientos propios próximamente, también en Euskadi», sentenció el directivo en un encuentro con medios en el que trasladó buenas sensaciones y 'telegrafió', por decirlo de algún modo, los resultados de 2016, que se conocerán a finales de este mes.
La previsión del equipo de Eroski pasa por rebajar la deuda financiera con la banca en 1.000 millones de euros en los próximos cuatro ejercicios
Esas cuentas anuales (la distribución termina su año fiscal el 31 de enero y lo publica antes de junio) tendrán una de cal y una de arena. La matriz -esto es, la cooperativa Eroski, con sus 8.000 socios, la mayoría en el País Vasco- volverá a beneficios tras cuatro años en 'rojo'.
El grupo en su conjunto (aquí se incluyen otras cooperativas y negocios como Forum o If) deberá esperar un año más para lucir una última línea de balance en color negro. Será el noveno año en pérdidas, aunque con 'trampa'.
Y es que las cuentas globales ofrecen beneficios antes de pagar impuestos. Ganancias que desaparecen tras cumplir con el fisco. La verdad es que hace unos meses Markaide y su equipo trasladaban que el grupo ganaría dinero en 2016, pero no contaban con la reforma del Impuesto de Sociedades promovida por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a finales del pasado ejercicio. Un cambio normativo que fue el gran responsable, según el presidente de Eroski, de que la alegría no fuera completa. «La rebaja de las deducciones de las pérdidas acumuladas que presentas como recuperables cayeron del 75% al 25%, con lo que ....», lamentó.
Desahogo financiero
Tras dar por absolutamente superado el asunto de las aportaciones financieras subordinadas (aquella deuda eterna que vendió la cooperativa y que terminó en un canje por deuda a plazo más un dinero con quita sobre la inversión original), Agustín Markaide se refirió también a la refinanciación de la deuda del grupo.
Y explicó que el año pasado la compañía repagó 500 millones de euros a sus bancos, 200 millones más de lo que tenía pensado, amortizando por completo uno de los tramos más importantes en que estaba distribuida la refinanciación. Para el periodo de cuatro años que ahora comienza, la previsión de Eroski es rebajar ese pasivo en 1.000 millones de euros, de los actuales 2.689 a unos 1.600 millones.
El regreso a beneficios de la cooperativa matriz es una excelente noticia para los 8.000 socios-trabajadores, que aceptaron soportar parte de las pérdidas de la empresa mediante un apunte especial en su cuenta de capital individual, esa que se pueden llevar cuando se jubilan.
En total, el esfuerzo de los propietarios de Eroski (lógico, pues también engordan esa particular caja suya cuando hay beneficios) ha ascendido a 118 millones. Como aprobaron ese régimen hace dos años y tienen cinco para, si hay beneficios, rellenar ese agujero, los socios podrán rebajar el golpe en 2017, 2018 y 2019, siempre que se gane dinero.
Agustín Markaide, que explicó que las ventas crecieron el año pasado «de forma moderada», se felicitó por el buen resultado de su modelo 'Contigo', «que ha mejorado la facturación hasta un 9% en las tiendas en las que se ha implantado».
También puso en valor las alianzas (Alidis, en Europa, y la cerrada para comprar junto a Dia en 2016) pues, dijo, permitirán a Eroski pelear el precio, que es, adelantó, donde se dará la batalla en el sector. La compañía se ha marcado también como prioritario la lucha por la alimentación saludable, el consumo responsable y la formación en este sentido de los pequeños.
Fuente: diariovasco.com
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