Azterlan y Batz participan en un proyecto para desarrollar un troquel adaptable a varios tipos de estampaciones.

La tecnología de estampación en caliente suele girar entre tres ejes principales: la refrigeración, la tenacidad y la resistencia al desgaste. La búsqueda de equilibrio entre estos tres factores es vital, y requiere de materiales óptimos para lograrlo. En este contexto, Azterlan y Batz son parte de un proyecto que desarrolla una herramienta innovadora para usar en la fabricación del sector aeronáutico.

Azterlan, centro tecnológico miembro de la alianza BRTA, y Batz, uno de los principales proveedores mundiales de troqueles de estampación para el sector de la automoción, son parte del proyecto RIB-ON (Innovative Stamping Die for Aluminium Ribs Hot Stamping). Este proyecto está financiado por la iniciativa Clean Sky 2, dentro del programa Horizon 2020.

El objetivo del proyecto es desarrollar y fabricar un troquel de estampación modular, reconfigurable y de bajo coste. Mediante este troquel, se pueden fabricar modelos de diferente longitud y formas de ‘wing ribs’ (costillas) para las alas externas de aeronaves, y permite utilizar nuevas aleaciones de aluminio de alto rendimiento y soluciones a medida de aleaciones de acero y de revestimiento.

Mediante este proyecto, Batz y Azterlan han trabajado en la selección del material de la herramienta más adecuada para distintas estampaciones en caliente de aluminio. Así, se busca favorecer la sostenibilidad del sector aeronáutico a través del desarrollo de nuevos componentes y procesos de fabricación avanzados.

Azterlan trabaja en otros proyectos similares, como por ejemplo el proyecto NEMARCO, que se centra en el ecodiseño de materiales y procesos más sostenibles, duraderos y de menor riesgo en el sector sanitario, o el proyecto REINTEGRA, cuyo objetivo es desmantelar y reciclar paneles de aeronaves. Por su parte, Batz es parte del proyecto ALMA, que busca avanzar en el vehículo eléctrico.

Fuente: spri.eus

 

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